En este artículo vamos a definir el forecast accuracy, por qué es importante, cómo utilizar las métricas correctas para cada caso, qué factores pueden influenciarlo y cómo puede monitorearse.
El forecast accuracy, que también suele mencionarse como precisión del pronóstico, es un proceso dentro de la cadena de suministro cuyo objetivo principal es facilitar la toma de decisiones y la manera en que éstas impactan en los inventarios, las compras, la producción, el transporte, los márgenes financieros y el servicio al cliente.
Su valor no reside en determinar un número en sí, sino en cómo ese número puede ayudar a tomar decisiones importantes. Si un forecast con alta precisión no ayuda a disminuir los quiebres de stock o a reducir el exceso de inventario, es inútil.
El forecast accuracy mide qué tan acertadas están las las previsiones generadas en relación a las ventas reales. Este cálculo nos permite evaluar qué tan bien está funcionando el proceso de planeación y permite mejorar las decisiones de abastecimiento y producción a futuro.
Su finalidad no es sólo representativa, sino que debe resultar útil para la operación. Por ejemplo, un 90% de precisión puede sonar como algo positivo, pero si el error sucede en un producto de alta venta (un SKU importante), puede ocasionar quiebres de stock, malestar en los clientes y una caída en las ventas. En definitiva lo importante no es el valor absoluto de la precisión, sino su impacto real en la operación.
En el día a día, la precisión se mide como un balance entre previsión, realidad y costos asociados al error. Un forecast con un nivel de error bajo que no captura tendencias de mercado o cambios en promociones, puede ser menos útil que uno con mayor error absoluto pero mayor capacidad de precisión.
La precisión de forecast bien realizada puede resultar beneficiosa en distintos niveles de la producción:
Tener un forecast preciso genera eficiencia interna, aportando competitividad y sostenibilidad. Menos errores en la planeación tiene como resultado que se desperdicien menos recursos, que haya una mayor capacidad de respuesta y que se mejore la posición en el mercado.
No hay una única fórmula con la que pueda definirse si un porcentaje de precisión es “bueno”. La precisión adecuada va a depender del contexto:
Veamos un ejemplo práctico:
Ambos cálculos son correctos, pero el primero sirve para compras de materia prima y el segundo para tomar decisiones de reposición en la tienda.
Los factores que no pueden perderse de vista al calcular el forecast pueden ser de dos tipos, según qué tanta injerencia sobre ellos pueda tener la empresa:
Factores internos
Estos son los factores que están bajo el control de la empresa y pueden ser monitoreados con mayor facilidad.
La precisión del pronóstico de la demanda también está condicionada por elementos que exceden el control de la empresa. Entre los más relevantes:
Todos estos factores generan una incertidumbre que no puede eliminarse, pero que sí puede gestionarse con un monitoreo constante y un ajuste oportuno.
La precisión del forecast generalmente se expresa como 1 – error (%), pero para hacer la medición con exactitud se utilizan distintos tipos de métricas específicas. Cada métrica ofrece una forma distinta de ver el forecast y debe elegirse considerando el objetivo del análisis. Veamos las principales fórmulas, cómo se calculan y cómo pueden interpretarse sus resultados.
Esta fórmula mide el error porcentual promedio en relación a la venta real y es útil para comparar la precisión entre productos con diferentes escalas de ventas. Sin embargo, este cálculo puede aumentar artificialmente el error en productos con poca rotación, y no funciona si no hay ventas.
Un ejemplo representativo puede ser:
Esta fórmula mide el error como un porcentaje del volumen total de ventas, pero toma en consideración la importancia de cada SKU según el nivel de ventas, por eso es ponderado, ya que pondera el nivel de ventas de cada producto. Este cálculo refleja el impacto económico ya que da más relevancia a los productos con mayor volumen de ventas.
Por ejemplo:
Esta fórmula indica si el forecast tiende a sobreestimar o subestimar la demanda.
Es un cálculo útil para identificar sesgos sistemáticos en la planeación, pero puede esconder grandes errores al compensar (sobre y subestimaciones).
Un ejemplo puede ser:
Esta fórmula mide el error promedio en base a unidades absolutas, no importa si fue por sobre o subestimación, es ideal para aplicar a SKU específicos porque se expresa en las mismas unidades que se venden, pero no diferencia entre errores grandes y pequeños, todos tienen el mismo peso.
Un ejemplo de este caso:
Este caso mide la magnitud del error, adjudicando mayor relevancia a los errores grandes, y es útil cuando los errores generan costos muy altos. Es muy útil cuando se trata de productos perecederos o productos con almacenamiento caro. Sin embargo, puede ser difícil de interpretar porque no está en porcentaje sino en unidades.
Ejemplo:
Es muy importante poder definir en qué nivel se calculan las métricas:
Es determinante elegir de manera adecuada la fórmula a aplicar según el proceso del negocio que se quiere optimizar.
La elección de una métrica sobre otra va a depender del tipo de producto, el objetivo del forecast y el nivel de decisión donde se quiera aplicar. A continuación veremos cuales son las principales métricas, cómo usarlas de manera correcta y algunos ejemplos para entender en qué situaciones hay que usar cada una.
Lo ideal es no depender de una sola métrica, sino combinarlas según tus objetivos. Algunas combinaciones posibles pueden ser:
Muchas veces la baja precisión se debe a cómo se mide, cómo se interpreta y cómo se conecta el forecast con los procesos. Estos son los errores más frecuentes:
Muchas veces se calculan métricas a nivel agregado que muestran un forecast “muy preciso”, pero que no reflejan la realidad diaria. Como consecuencia se confía en una precisión poco realista, que favorece a la persistencia de los errores.
Por ejemplo: un MAPE del 5% a nivel cadena puede sonar excelente, pero si en tienda los errores por SKU superan el 30%, seguirá habiendo quiebres de stock.
A veces, se buscan algoritmos sofisticados cuando el problema está en cómo se configura el sistema.
Por ejemplo: un forecast con IA puede predecir 1.020 unidades, pero si los lotes mínimos de compra son de 500 y el stock de presentación es de 200, la precisión del modelo queda obsoleta.
Cuando se hacen comparaciones directas de MAPE o WMAPE sin considerar horizonte, nivel de agregación o fórmula utilizada, se consiguen benchmarks engañosos que pueden llevar a malas decisiones estratégicas.
Por ejemplo: decir que “la empresa A tiene un forecast accuracy del 90% y la B del 70%” no significa nada si A mide a nivel mensual y B a nivel diario por SKU.
Muchas veces se analiza el forecast como un todo, sin distinguir qué parte proviene del modelo base, qué corresponde a promociones, que corresponde a eventos o a ajustes manuales, etc. Esto concluye en que se corrigen los síntomas y no las causas.
Por ejemplo: una promoción que aumenta la demanda un 200% puede hacer parecer que el modelo falló, cuando en realidad el problema fue que no se informó o no se consideró que había una promoción.
A veces se elige un nivel de cálculo que no corresponde con la decisión que se necesita tomar, entonces las métricas dejan de ser guías para la operación y se convierten en reportes.
Por ejemplo: un forecast semanal puede mostrar buena precisión para compras de materia prima, y no servir para reponer tiendas día a día.
Si se evalúa la precisión sin contextualizar cambios externos, se sobre ajusta el modelo para eventos atípicos y se afecta el rendimiento en condiciones normales.
Por ejemplo: no se puede culpar al modelo por un error del 50% en la venta de mascarillas durante una pandemia, cuando la desviación se debe a un evento fuera de lo previsto.
Cuando se calculan métricas una vez al año o de forma esporádica, los errores se acumulan y el forecast deja de ser una herramienta de confianza.
Por ejemplo: un forecast accuracy que parecía estable puede deteriorarse lentamente por cambios en el mix de productos, pero no se detecta a tiempo porque no hay monitoreo mensual.
Cambiar el modelo no es suficiente si el forecast no alcanza el nivel de precisión esperado. Lo ideal es identificar qué está fallando: ¿los datos?, ¿los métodos?, ¿la integración con el negocio?, ¿la forma de medir?.
Corregir los problemas que estas fallas pueden estar ocasionando es posible. Los pasos más efectivos para hacerlo son:
Es importante revisar la integridad, consistencia y disponibilidad de los datos analizados. Se puede corregir:
Es necesario identificar si los errores vienen de variables internas (promociones, precios, cambios en surtido) o externas (clima, inflación, crisis sanitarias). Por ejemplo, un forecast que subestimó la demanda en verano no tuvo un problema en el modelo, sino que no se incorporó la temperatura como variable. Esto se puede corregir tomando algunas previsiones:
La evaluación recurrente es necesaria para revisar si los modelos actuales son adecuados para el patrón de cada producto. Puede suceder que un modelo simple puede funcionar para productos maduros y estables, y fallar en artículos con demanda intermitente.
Esto puede corregirse:
Es importante permitir que el equipo comercial y de operaciones complemente el forecast con insights no reflejados en los datos.
Por eso es relevante contar con procedimientos para caso en los que se aplican intervenciones manuales para:
Hay que sincronizar las áreas de ventas, marketing, finanzas y operaciones, etc. para que todas trabajen sobre un mismo forecast.
Esto evitará que si el equipo de marketing lanza una promoción y no informa al equipo de planeación, el forecast falle.
Establecer reuniones regulares de consenso, alinear los calendarios y contar con plataformas compartidas en tiempo real ayuda a corregir estos errores.
Es necesario mantener un ciclo de medición continua y actuar por excepción en lugar de revisar todo cada vez.
¿Cómo se corrige?
Cuando la precisión es baja, no se trata solo de “mejorar el modelo”, sino de fortalecer el sistema completo, incluyendo datos, métodos, colaboración y medición. Así, el forecast deja de ser un número aislado y se convierte en una herramienta confiable de planeación.
La clave está en el monitoreo continuo y en traducir las métricas en decisiones reales. Un sistema de control funcional no busca números, sino detectar desviaciones relevantes a tiempo para poder corregirlas.
Algunas de las prácticas prácticas más efectivas son:
No hace falta medir todo, hay que establecer indicadores claros según el objetivo del negocio.
Por ejemplo:
Contar con una rutina automatizada es indispensable para obtener cálculos de manera recurrente y automática para liberar reducir la cantidad de tareas operativas. Pueden definirse valores ideales y sistemas de alerta que se activen cuando las métricas se salen de esos valores.
Para implementarlo puedes:
No todos los productos requieren el mismo control, por eso el esfuerzo debe concentrarse donde el error genera mayor impacto.
¿Cómo implementarlo? Construye una matriz que combine valor y estabilidad, y asigna métricas distintas a cada grupo.
Traducir las métricas en gráficos claros te van a permitir identificar tendencias y priorizar acciones. Un gráfico te permitirá ver de manera rápida:
Un monitoreo adecuado del forecast promoverá el aprendizaje y facilitará la toma de decisiones. Esto hará que los modelos se recalibren, los sesgos se detecten a tiempo y el equipo dedique menos tiempo a calcular y más a analizar y corregir.
La precisión del pronóstico, o forecast accuracy, es determinante en la planeación de la demanda, pero no un fin en sí misma. Su valor reside en poder usarla al momento de tomar decisiones de inventario, producción, logística, etc.
¿Qué método hace que las previsiones de demanda sean más precisas?
Los mejores resultados provienen de combinar series temporales, modelos causales, técnicas de IA y el juicio experto de las áreas involucradas.
¿Cómo mejorar la precisión de los pronósticos?
Con datos de calidad, métodos adecuados, inclusión de variables externas, colaboración entre áreas y monitoreo continuo.
¿Cuáles son los mejores KPI de precisión del pronóstico?
Los más usados son WMAPE, MAE, RMSE y BIAS, aplicados en el nivel de agregación adecuado.
¿Cómo calcular la precisión del pronóstico en Excel?
Aplicando fórmulas de MAPE, WMAPE, MAE, RMSE y BIAS por período y SKU, alineadas al forecast vigente al momento de la decisión.
¿Cómo impacta la precisión del forecast en la gestión de inventarios?
Mayor precisión reduce quiebres de stock y desperdicio. Sin embargo, si algunos parámetros son ignorados la mejora puede tener un efecto limitado.